Y aquí tenemos la tarta prometida, nuestra segunda tarta de chuches y una nueva Monster High, el año pasado Alba quiso a DracuLaura y este año Clawdeen Wolf, pues casi casi desde que le hicimos la tarta de DracuLaura nos llevaba pidiendo esta tarta, a los niños no se les olvidan las cosas... nosotros pensábamos que si, pero de ninguna manera.
Nuestra peor pesadilla era pensar como íbamos a modelar la muñeca y después de todo el año con ello en la cabeza, cada vez veíamos más tartas con ella y sabíamos que no iba a ser un reto, pero al final, por circunstancias personales, nos quedamos sin tiempo material para hacer la muñeca y tuvimos que improvisar una tarta con una muñeca comprada, a nosotros nos dio mucha pena, pero no sabemos deciros lo que le pareció a ella, aumentar la colección con una nueva Monster no es ninguna tonteria... jajaja.
La tarta era increíble de grande, por los pisos de chuches, que la hacían enorme y por que hicimos dos bizcochos, uno de vainilla y uno de fresa, en distintos tonos de morado y los rellenamos de dulce de leche y mermelada de albaricoque y entre ellos ganaché de chocolate que también iba de cobertura, un autentico pecado y una autentica bomba explosiva.
A todo lo que es la tarta en sí, más el fondant, normalmente los que nos leéis, sabéis que lo usamos de la marca Credipaste, pero el negro nos gusta de M&B, había que sumarle las chuches, muchiiiiisimo azúcar, pero ni os imaginais la cara que puso Alba cuando la vio, no quería comérsela, ni que nos la comiéramos!!!, pero ¿quien podía resistirse?.
Nuestra peor pesadilla era pensar como íbamos a modelar la muñeca y después de todo el año con ello en la cabeza, cada vez veíamos más tartas con ella y sabíamos que no iba a ser un reto, pero al final, por circunstancias personales, nos quedamos sin tiempo material para hacer la muñeca y tuvimos que improvisar una tarta con una muñeca comprada, a nosotros nos dio mucha pena, pero no sabemos deciros lo que le pareció a ella, aumentar la colección con una nueva Monster no es ninguna tonteria... jajaja.
La tarta era increíble de grande, por los pisos de chuches, que la hacían enorme y por que hicimos dos bizcochos, uno de vainilla y uno de fresa, en distintos tonos de morado y los rellenamos de dulce de leche y mermelada de albaricoque y entre ellos ganaché de chocolate que también iba de cobertura, un autentico pecado y una autentica bomba explosiva.
A todo lo que es la tarta en sí, más el fondant, normalmente los que nos leéis, sabéis que lo usamos de la marca Credipaste, pero el negro nos gusta de M&B, había que sumarle las chuches, muchiiiiisimo azúcar, pero ni os imaginais la cara que puso Alba cuando la vio, no quería comérsela, ni que nos la comiéramos!!!, pero ¿quien podía resistirse?.
Por los efectos del poco tiempo, del sueño y de alguna cosa más, nos equivocamos y pusimos que cumplía 2 años... un pequeño lapsus que subsanamos antes de que ella viese la tarta, no eran 2, sino 5 añazos!!!. Como siempre recordaros que podéis seguirnos y además podéis ver la cara de emoción que puso en nuestra página de Facebook.